La luz interior de The Cramps

A cuatro años de la muerte de Lux Interior (5/2/09), recordaremos a esta mítica banda de culto de California, considerada una de las pioneras del Psychobilly norteamericano. Transformismo, rock y chicas malas: un toque de… The Cramps.

Convoco a un aquelarre diabólico para conmemorar en este febrero la muerte de lo que alguna vez fue nuestra luz interior. Y en ese caldero de mezclas explosivas con pizcas de Cadillacs, Jayne Mansfield, falsos Elvis, grasa de hamburguesas y exóticas diablitas recordaremos a The Cramps con motivos de los 4 años de la pérdida de su vocalista y fundador, Lux Interior. ¡Cómo no celebrar a The Cramps y no pensar en lo sucio, lo pervertido, lo bizarro, oscuros tugurios alumbrados de rojo y chicas traviesas vestidas de lycra y leopardo (Bikini girls with machine guns)!

Como una destilería de los residuos de Elvis (It´s Just that song,1986), de rockabilly, algo de punk y algunas películas de horror de bajo presupuesto (Human Fly o Teenage Werewoolf) esta banda supo poner en escena desde comienzos de los años 80s (1980, Songs the Lord Taught Us) un rock intenso con melodías rockeras y letras irreverentes que invitaban a poguear. Símbolo de la decadencia capitalista, el consumismo, y la guerra fría de los 80s The Cramps se conformó como una banda que sería, junto con The Gun Club, uno de los representantes fundacionales del psychobilly. Siempre considerados una banda de culto, siempre fuera del mainstream, nunca fueron de su tiempo y quizás eso sea lo que los haya hecho más grandes aún. Revivieron una época perdida que alguna vez pudo haber sido suya pero que ahora estaba copada por los hits edulcorados de las boy bands, Maddonas y música pop.

Letras como Can your pussy do the dog? (A Date with Elvis, 1986) siempre hicieron referencia al doble sentido y a la sexualidad transmitida por el transformismo de Lux y el erotismo de Poison Ivy, esposa y guitarrista. ¡Qué decir además de las guitarras de Ivy! Presente desde siempre aullando con lo más intenso de la psicodelia y el rockabilly, The Cramps viajó en el tren de la droga hipnotizando a los pasajeros para violarle los oídos e introducirle sus riffs infernales. Quien no lo haya hecho aún déjese llevar por el ritmo enloquecedor de estos mal nacidos que, como supieron hacer, tocaron mala música para gente mala.