El sábado 23 tuvo lugar en Ferro la gran fiesta del ska cuando la banda española Ska-P desembarcó por octava oportunidad en nuestro país, esta vez en el marco del tour 99%, homónimo de su flamante séptimo álbum de estudio, ese que les dio la excusa para volver a tocar juntos.
La jornada empezó más temprano de lo esperado, con la gente de Jauría que dio un muy buen show a pesar de que aún no había caído la noche. Mientras, afuera, miles de personas intentando entender las intrincadas vueltas que la gente de seguridad nos obligó a dar para acceder al estadio. Lo bueno es que la noche estaba templada y todavía había tiempo suficiente para entrar, lo que contribuyó a no exasperar los ánimos que, de otro modo, creo que habrían estado bastante caldeados.
A las 20.45, sólo unos minutos más tarde de lo anunciado, comenzaron a sonar los acordes de Full gas, tema instrumental con el que arranca también el nuevo álbum (acá podría terminar la reseña diciendo simplemente: “y todo estalló, como era esperable”. Pero voy a seguir…). A pesar de que se podría considerar el lugar como completo, había aún mucha gente afuera. Tanta que no terminó de entrar toda hasta pasada la mitad del recital, haciendo que el campo estuviera realmente hasta las manos. Prueba de ello fueron las enormes y numerosas rondas que se armaron en todas partes, incluso las más alejadas del escenario.
Ska-P, como siempre, con su buen humor y agudo criticismo, nos deleitó con los infaltables A la mierda, Mestizaje, Kasposos, Niño soldado, Intifada, el viejo y querido Sexo y religión, Romero el madero y Mis colegas entre otros, al tiempo que Pipi hacía sus entrañables caracterizaciones: un policía, una adivina, un cura pederasta…
Los momentos de interacción de Pulpul con el público también son para destacar. Antes de Legalización, convocó a la marcha mundial de la marihuana que tendrá lugar el sábado 4 de mayo. En el momento de Crimen sollicitationis, un breve discurso era obligado dado el reciente acontecimiento político- religioso al que los medios no dejan de sacarle jugo al punto de terminar con nuestra paciencia. Comparó al papa Francisco con Mike Tyson (y les dejo a ustedes, lectores, revisar cuidadosamente cuál es la conexión). Otra intervención que no podía faltar fue antes de El libertador, canción dedicada a Hugo Chávez a quien se recordó con una ovación que dejó de lado el hecho de que, además de socialista, fue militar. Entre otras, también se hicieron alusiones a nuestros propios dolores de cabeza en la víspera del Día de la memoria, y a la infausta detención de Fernando Colombini, detenido por tener plantas de marihuana en su vivienda de Saladillo.
Por su parte, los temas que presentaron del nuevo álbum fueron Se acabó, cuyo excelente video proyectaron de fondo, y Canto a la rebelión. Si bien todavía no estamos habituados a escucharlos, siempre estaremos dispuestos a bailarlos como es debido, pogueando. Los españoles se despidieron con Hola don Pepito y Ni fu ni fa, mientras bailaban, algunos de ellos, como Pulpul, directamente en calzoncillos.
A la salida, un amigo me preguntó si creía que faltaba algún clásico. Y me acordé que algo similar me había pasado cuando terminaba de ver Extremoduro. Mi respuesta, entonces, fue casi la misma: “todos los temas de Ska-P son clásicos, excepto los del disco nuevo. Y de hecho, confío en que éstos lo sean en muy poco tiempo”. Con esta certeza, fui alejándome del estadio mientras silenciosamente aparecían en mí las ganas de enterarme cuándo será su próximo show por nuestros pagos.
Texto: Yoapocap
Foto: archivo
Yo viaje de Caleta Olivia Santa Cruz, exclusivamente para ver este recital, y te puedo a segurar que la pasion y el power que hubo esa noche fue tremendo!!! siguen demostrando por que son unicos e incomparables en su estilo
un abrazo
Tremendo viaje! Vemos que valió la pena! Abrazo y gracias por comentar la nota!