Pasó un año y monedas desde la última visita de José Miguel Redin a Buenos Aires. En esa ocasión, se recorrió media Argentina con su grupo No Relax y esta vez sabe que tendrá menos tiempo para pasear y pasárselo bien. A sabiendas de lo acelerado que se vive cuando se está en tour con una banda de gran popularidad, se reserva a propósito un par de días más en la ciudad luego del masivo show de Ska-P en Ferro. Consciente de que hizo bien en apartarse unos instantes de la ruta, hace saber que lógicamente la está pasando de “puta madre”.
Son las ocho de la noche, hora pautada para el encuentro, y Joxemi ya está listo, esperando en el coqueto hotel boutique de Palermo Hollywood en el que está parando. Apenas un poco recuperado del desgaste generado por vuelos perdidos, viajes a último momento y conciertos con apenas breves pruebas de sonido, el guitarrista de Larraga, un pueblito cercano a Pamplona, disfruta de esos pocos momentos libres que le deja una gira maratónica en la que cada día se van sumando más y más fechas. “Ahora nos acaban de confirmar que vamos a tocar en Venezuela. Algunos de la banda no estaban tan convencidos de ir pero les dije que era el momento de ir. Venimos cantando y apoyando a Chávez ¿no vamos a ir justo ahora?”, dice entusiasmado ante la posibilidad de dar apoyo a los seguidores del comandante fallecido en un país que está dividido y que tiene una parte de la población que se relame desde hace mucho tiempo por poner a Henrique Capriles en el sillón presidencial.
Al salir a la vereda, confiesa que no está para comer carne y que prefiere ir al Barrio Chino. “Me trae buenos recuerdos de cuando estuvimos viviendo ahí cerca, la vez que vinimos con No Relax”, explica ya en camino al Bajo Belgrano. A cada cuadra que avanzamos, va reconociendo lugares por dónde ya estuvo. Pienso a la inversa y recuerdo que me pasó algo parecido en las pocas oportunidades que me tocó pasar por Madrid y pienso también en ese placer de hacer memoria e identificar aquellos escasos rincones que se conocen de un lugar tan lejano.
Apenas bajado del taxi, reconoce el restaurant que le gusta con solo un golpe de vista. Se sienta, elige unas cuantas piezas de sushi y cuenta acerca de los diversos criterios que conviven en Ska-P: “A Pulpul (cantante) le gusta más hacer un concierto grande en un lugar y ya, mientras que yo, porque me gusta mucho tocar, prefiero hacer tres conciertos seguidos en un lugar como Obras”. Luego, arranca una charla sobre lo que es fácil tener en común: los Ramones: “Me dio por los cojones que se haya dado cuenta recién cuando estaba enfermo de que había mucha gente en el rock que lo quería. No había necesidad de andar compitiendo todo el tiempo”. La referencia es al libro Commando, la autobiografía de Johnny Ramone que él consiguió en una versión traducida al español. Yo le comento que al tipo le rescato haber sido el creador de un estilo y el sostén de un grupo de gente muy disfuncional: “Si, hay que lidiar con tíos como Dee Dee o Joey…”.
-¿Llegaste a conocer a alguno de los Ramones?
-No, solamente tengo firmado un CD. Era principios de los noventa y en España los Ramones no tocaban para más de mil personas. Me enteré un día que iba a haber firma de autógrafos y dije “voy, no va a haber nadie”. Cuando llegué, había una fila de dos cuadras…
Hablando de los Ramones, la teoría de los seis grados de separación nos lleva directamente a los Die Toten Hosen y Joxemi cuenta que estos los convocaron para compartir cartel en Alemania y que encima les quieren pagar: “No lo entiendo, los Hosen no necesitan a Ska-P para llenar un estadio y nos quieren allí”. Al paso, reconoce que le encantaría y que va a hacer todo lo posible para poder telonear a los Hosen en Argentina con No Relax. Su banda paralela, en la que además de tocar la guitarra es productor, compositor, capitán del equipo y todo lo que haga falta, no le trae tantos beneficios instantáneos como Ska-P, pero está dispuesto a seguir luchándola: “Eso me ayuda a mantener los pies sobre la tierra y no creerme estrella”.
Luego de la comida, Joxemi propone pedir la cuenta y fumar un cigarro afuera. La idea es salir un poco más a la calle y reconocerse en Buenos Aires. Acto seguido, comenzamos una caminata por Juramento hacia Cabildo y en cada esquina sigue recordando su paso anterior en el que estuvo tres meses, los suficientes como para tocar y difundir No Relax, pero también para poder ir al mismo supermercado y saludar a la misma gente.
“¿Este barrio está bien, digo, es seguro?”, pregunta refiriéndose a la zona de Barrancas de Belgrano, a lo que le respondo que sí, pero como soy periodista se lo digo en condicional, porque nunca se sabe…A propósito, le pregunto cómo está España a nivel inseguridad a raíz de la crisis: “Están pasando cosas que antes no pasaban: están entrando a robar a las casas cuando hay gente adentro”.
El tema de la crisis también es un disparador para consultarle si cree que es por eso que grupos españoles como Extremoduro, Marea, Gatillazo y varios más se han decidido a cruzar el charco: “De Extremoduro me sorprendió bastante porque no tienen problemas de dinero allá en España, pero lo que sí pienso es que un grupo como ellos no podía perderse lo que se siente al tocar aquí en Argentina”.
Luego de patear unas cuantas cuadras por Cabildo, Joxemi acepta una cerveza, pero no es precisamente la bebida lo que le hace responder afirmativamente, sino el comentarle que tengo unos CD’s edición limitada de los Who. Ya en casa, y viendo el armario, festeja el hallazgo: “¡Tío, de lo que te gusta tienes todo!”. Luego comenta cómo le dedica tiempo a sus tres grupos favoritos: “Yo escucho Quadrophenia para correr o andar en bicicleta y AC/DC para darle al saco en el gimnasio. A los Ramones no los escucho cuando hago deporte, porque los tengo más asociados a la fiesta”.
«No entiendo tío cómo la gente no lee libros, ni siquiera cuando hacen un viaje largo. Prefieren jugar a esos juegos de preguntas y respuestas… ¡Qué pérdida de tiempo!», se queja Joxemi a la vez valorando ser un amante de la la literatura, las biografías de rock y otras cosas que se le crucen por delante en sus ratos libres. Lector, deportista y rockero. Esa mezcla lleva en su valija el hiperquinético guitarrista de Ska-P.
QUE NOTAZA!!! un grande este Joxemi…