Hubo un primer parate en el que se pensó que Ska-P se separaba para siempre, pero luego de la incertidumbre, y con las cosas más claras entre ellos, volvieron con un disco que se llamó Lágrimas y Gozos (2008). Les funcionó la nueva modalidad y retornaron con todo para luego hacer otro stop tras un periodo de giras maratónicas que siempre tienen a la Argentina como uno de sus destinos.
Luego del segundo parate, en que algunos de los músicos decidieron darle un poco de manija a sus proyectos paralelos, como Joxemi y Julio, con No Relax, y Pipi, con The Locos, el combo de Vallecas anunció la vuelta a las rutas comprometiéndose a meterse en el estudio y componer lo que se dio a conocer como 99%, un disco con el estilo de siempre pero que de ninguna manera es uno más.
Luego de la locomotora a lo AC/DC en la gira de Black Ice, comienza el instrumental Full gas, un ska súper furioso compuesto por Joxemi que va adquiriendo más y más fuerza con el correr de los segundos para luego darle paso a Canto a la rebelión, en el que se lucen las cualidades vocales de Pulpul, y Ciudadano Papagayo, donde prevalece el costado más punk de la banda.
Se acabó, el primer corte de difusión y uno de los pocos de 99% que tocaron en su show en el estadio de Ferro, se roba la primera mitad del disco, con un mensaje desesperado a no ser paralizados por el miedo: “El miedo te convierte en un muerto viviente, el miedo es una jaula, no puedes huir. El miedo te congela y mata tus ideas, el miedo paraliza y te invita a morir”.
Como en todo disco que contiene 15 canciones, suele haber algunas de relleno y en este caso, en comparación con joyas como lo es Maquis, hermoso tema de Pulpul dedicado a los guerrilleros antifranquistas, quedan un escalón más abajo en cuestión de calidad Pandemia S.L., Alí Babá y Oniomanos. Vuelven a levantarse en armas y la puntería mejora con ¿Quiénes sois?, cuyo estribillo resume bien lo que es la lírica combativa de Ska-P: “No, no me voy a rendir, no me doblegaré, voy a seguir en guardia, quiero ver cómo caéis. Me tendréis que matar para poder callar las voces de los muertos de este orden criminal”.
El cierre con África agónica es inmejorable, porque ésta tiene todo para ser una gran canción: reggae, aires a Wicked game, de Chris Isaak, y los mejores vientos que se hayan escuchado en los últimos tiempos.
Los Ska-P han acostumbrado a propios y ajenos a que cada tanto se toman unas prolongadas vacaciones. Eso sí, cuando vuelven, no defraudan.
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