Boikot, la banda madrileña ska-punk , sacó a las calles su doceavo trabajo de estudio Lágrimas de rabia. Editado en nuestro país por Pinheads records, y producido por Kosta Vázquez, consta de un CD y un DVD de lo más interesantes.
Dándole un primer vistazo al CD, nos encontramos con 13 temas que musicalmente no parecen diferenciarse mucho de los anteriores (eso sí, con un sonido cada vez más limpio que denota años de experiencia y mejores equipos de grabación y masterización). Sin embargo, después de una “oída” más atenta, tuve la sensación de que a pesar de los ritmos punk y ska, en las letras pareciera prevalecer un cierto aire de nostalgia. Si bien las temáticas tratadas no se apartan de las de siempre (una fórmula que incluye, por ejemplo, el descreimiento de la religión, como se expresa en Sin tiempo para respirar, o la renovada denuncia del viejo y querido “no future” que aparece en Golpear de pie), la queja, por momentos, parece provenir más desde la añoranza que desde el combate. “Quiero volver y jugar esta partida, levantarme otra vez…” da la idea de que algo tendría que haber pasado y no… no pudo ser.
El golpe más bajo está en Instinto animal. ¿Quién no tiene a alguien que se quedó en el camino? Otra vez los recuerdos, las sombras y el quebranto. Incluso Enloquecer, el tema que eligieron para el menú de inicio del DVD es bastante apesadumbrado “…sólo quiero que ese día no sea una pesadilla y avanzar hacia el pasado y olvidar todo el dolor en soledad…”. Y quizá mis asociaciones libres sean demasiado libres, pero Acompáñame me recordó bastante a Tage wie diese (Días como estos) de Die Toten Hosen.
¡Ojo! Tampoco quiero decir con esto que el disco sea un bajón. No, es una lectura sutil de la que tranquilamente pueden disentir. Es más, cuando vi los videos que están incluidos en el DVD, sobre todo los de de Naita na y Sexo, drogas y rocanrol me dio la sensación opuesta. En el primero, con los coros de algunos integrantes del colectivo musical turco Bandista y algunas escenas filmadas en nuestra Plaza de Mayo, encontramos otra crítica más a la explotación capitalista, algo jocosa pero no por ello menos dura. En el segundo, disfrazados de algo así como metaleros glam de los ’80, desaprueban con sarcasmo esa gran estafa que es la figura del “rock star”. De hecho, el grito de Gasolina, vidrio y mecha “cortaremos sus cabezas!” tiene tanta fuerza combativa como la de siempre.
Además de los videos, el DVD trae el “detrás de escena” de Lágrimas de rabia y un breve documental homónimo de 15 minutos de duración en donde se nos explica qué motivó la canción que le da nombre, también, al álbum. “La única arma que llevaba era la llave de la escuela”, dice Hilda Farfante al referirse al arresto de su madre a manos del ejército franquista. Contrariamente a lo que muchxs creen, la educación no siempre fue (ni lo es por definición) normalizadora y represiva. La verdadera educación libera, y Boikot lo sabe bien. Por eso nos explican que éste es un homenaje a ese colectivo de poetas, escritores y maestros entre los que están García Lorca o Miguel Hernández, que perdieron la vida durante el golpe de Franco y la posterior guerra civil, un tributo a las voces que silenció la fatídica premisa de Millán Astray que la dictadura hizo suya: “muera la inteligencia”. Así que aquí nos hablan algunos de sus protagonistas, contándonos las torturas y tragedias que sufrieron. Ante a una gran parte de la sociedad que sólo quiere callar y olvidar, este tema y este documental recuerdan que aún hay lágrimas de rabia y heridas abiertas, y que no van a cerrarse mientras quede una fosa común sin abrir.
El otro documental, Sin fronteras, vuelve a tener el tono festivo al que la banda nos tiene acostumbradxs. Se enfoca fundamentalmente en las giras hechas a partir de 2007 y su historia más reciente, que al fin de cuentas no son sino una sola cosa. Es una recolección de escenas del activismo que Boikot pregona desde el escenario y que siempre los caracterizó a ellos y a muchos de sus colegas de género, de lucha y de ruta (como Banda Bassotti o Ska-P con quien, además de todo eso, también comparten a Chiquitín). La numerosa cantidad de viajes no sólo por nuestra América Latina, sino también por Italia, Dinamarca, Turquía, Japón… demuestra que la música realmente no tiene fronteras, ni geográficas ni idiomáticas, y que la energía contagiosa de la protesta al ritmo del ska-punk tampoco (algo que Tommaso Koch parece no haber entendido). Y si no les resulta interesante su participación en festivales de protesta como los de Tesalónica, al menos no se pierdan a Grass diciendo “che boludo, recogimos las maletas” en un intento frustrado por imitar nuestro acento, o bailando break dance frente a la Torre Eiffel.
Creo que, tanto en el audio como en los videos, hay un juego en constante equilibrio entre una seriedad abrumadora y una queja irónica y burlona al mundo actual que hace que, en conjunto, este trabajo valga la pena y no pase desapercibido como “un disco más”. Quizá sin el DVD podría haberlo sido, pero afortunadamente no fue el caso.
Una de las cosas que es bastante común pero, por alguna razón, esta vez llamó mi atención, fue ver a los músicos todo el tiempo lucir las remeras de sus pares: no sólo de los españoles MCD, Marea, Orri Berdea, sino incluso de los italianos Talco, los alemanes Die Toten Hosen o los estadounidenses Rancid. Y a su vez, la gente de Molotov, Alfredo de Barricada, o Fernando de Reincidentes hablando de los Boikot para las cámaras. Y digo que me llamó la atención porque esta melange demuestra, creo yo, que en definitivas cuentas el punk es una gran familia, aunque su árbol genealógico cada vez esté más ramificado.
Así, después de estar casi dos horas colgada con Lágrimas de rabia, llegué a esta conclusión: más allá de lo estrictamente musical, si alguien se pregunta si el punk sigue teniendo alguna injerencia en las protestas, si dejó o no de ser un movimiento contestatario y contracultural, la gente de Boikot es un claro ejemplo de que todo eso que algunos evocan del género como algo que pasó, aún está vigente. ¡Qué pena que muchos hayan firmado el acta de defunción del punk demasiado pronto!
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