Hay una cuestión con los ámbitos privados…Para algunas personas encierran ciertos misterios, otras disfrutan en mirar hacia adentro de los departamentos o de las casas cuando andan en colectivo y muchas piensan que son una buena pista de la personalidad del habitante.
Max Vadala (autor de Punk & sus derivados, historias de la vida real y Punk rock, Anarquía y Tinta china) nos hizo llegar a La Boca para abrirnos las puertas de su universo íntimo, ofrecernos una excusa para mirar su arte y conversar un poco de todo.
Contanos cómo empezaste ¿Te motivan hoy las mismas cosas?
Arranqué en el ´93 con el fanzine (Bs. As! Desorden). En ese momento lo hacía porque no existía Internet en la Argentina (mucho menos en mi entorno) y quería compartir cierta información que me parecía importante.
Piensen que en esa época por acá no había nada salvo fanzines (creo que la Sickboy que habrá salidos unos años antes) y no era algo con lo yo me identificaba. La lógica de los fanzines: es si no te gusta lo que hay, hacés uno vos. En las primeras épocas era básico (notas de bandas, sociales, algún flyer). Con el tiempo lo fui encarando más a los dibujos y ahora casi ni trae texto, sólo dibujos que es lo que quiero comunicar.
Dibujo desde siempre y me sigue motivando lo mismo : difundir lo que hago.
Vemos que en tus libros se da una suerte de fusión entre la ideología y lo musical. ¿Pensás que hoy sigue siendo importante la cuestión ideológica en el Punk?
Yo no estoy al tanto de todo lo que pasa en el punk, voy mostrando en lo que estoy metido, que tampoco es la parte más política. Pero pienso que tiene que reflejar ciertas ideas; las bandas de punk que hacen canciones de amor no son punk, pueden “sonar” punk rock pero no lo son.
Para mí, el punk tiene que mostrar cierta disconformidad.
Tal vez ahora es más masivo pero sigue habiendo de todo dentro del punk. Los libros son un rejunte de lo que iba poniendo en mis fanzines. “Punk y sus derivados” es una sección fija (la única más o menos del fanzine). Hoy nadie tiene la colección completa de fanzines…con el tiempo las fotocopias se rompen, se ponen amarillas y a veces la gente no le da el valor documental que pueden llegar a tener a futuro.
Llega un momento que no querés juntar más papel entonces los libros son una forma de revivir todo eso.
Internet también ayuda a masificar la información…
Yo con un año de Internet llegué a más gente que con 20 del fanzine. Tiene que ser un lugar muy aislado para que no llegue Internet.
¿Te sentís igual de cómodo con Internet que con el formato papel?
Lo digital hace que se pierda esa cosa mítica. Con los fanzines uno llegaba hasta donde podía, no dejaba de ser algo muy subterráneo. Me pasaba horas y horas mandando cartas a todas partes del mundo. Después llegó Macri, privatizó el correo y pasó a costar dos veces más. Sumado al auge de internet, el intercambio de cassettes, publicaciones, etc. se fue perdiendo esa vía más tradicional.
No creo que por mantenernos sin Internet estemos fuera del sistema. Los mecanismos de control social nos exceden. Y como no hago nada realmente peligroso…todavía no es 1984…falta poco…pero no estamos ahí.
¿Notás diferencias entre el compromiso social del movimiento punk Argentina comparado con el europeo? En lo referido a la continuidad histórica, por ejemplo.
La gran diferencia que veo es que en Europa hacen lo que quieren y acá ¡hacemos lo que podemos!
Allá hay un día que tiran todos los muebles a la calle por ejemplo, acá nadie va a hacer eso. Acá vos usás las cosas hasta que se te rompen. En base a eso los proyectos se desarrollan en Europa porque tienen una estructura económica que los sostiene.
Acá hay movidas y creo que más o menos es lo mismo; la represión es igual o peor. Ahí es donde toma sentido el punk: si todos estuviéramos como en Disneylandia no habría necesidad de hacer punk.
En Europa hay más medios y una cosa va llevando a la otra. Acá organizás un recital y nadie te quiere pagar la entrada ,entonces lo más probable es que no puedas organizar otro (risas). Salvo que tengas mucha plata. Con los fanzines pasa lo mismo: yo hago una tirada; si no vendo ni uno obviamente las cosas no se terminan de desarrollar. Las cosas giran en base al filo…
A mí, por suerte, siempre me fue bien, no es que los tengo acumulados pero me muevo. Tiene que ser algo que valga la pena.
Por eso nos resultó interesante esa fusión planteada en tus libros de lo ideológico con lo musical. Porque es como decís, cuando está todo mal…
¡Y sigue estando! Yo no quiero sonar panfletario porque no soy así: no es que ahora termino de hablar con ustedes y voy a prender fuego un banco. Se tiene que ajustar a lo que uno es en la realidad, para qué te voy a vender una imagen del mal fatal si sé que no lo soy; no tiene sentido.
Para mí el punk tiene que expresar cosas, no boludeces. Más allá de lo que haga con mi vida privada, la apología descarada al escabio o a las drogas me parece una boludez. Estás influenciando a un montón de pibes. Ahora con treinta y pico puedo elegir, pero cuando tenés 12 o 13 años buscás ciertos referentes.
Una de las ramificaciones del punk propone justamente eso: la autodestrucción. Ojo, no soy evangelista ni mucho menos. Fui evolucionando a medida que iba adquiriendo y entendiendo conocimientos.
Releo ciertos libros 10 años después y entiendo un poco más lo que decían que cuando era más chico (sobre todo los de teoría anarquista).
Tanto en el punk como en el movimiento anarquista hay miles de ramificaciones, tenés para todos los gustos.
Por eso tal vez vayan de la mano en tantas cosas. Ambos movimientos transcurrieron diferentes momentos históricos y fueron evolucionando.
Claro, no es lo mismo España de 1936 o la Argentina a principios del siglo pasado que ahora. Pero el anarquismo sigue vigente. Por ejemplo, cuando fue lo de diciembre del 2001, la gente se organizó en forma espontánea en asambleas y después se metieron los partidos como siempre a cagar las cosas. Fue un buen ejemplo de las ideas anarquistas.
Lamentablemente lo poco que quedó hoy de esa movida fue captado por los partidos de izquierda.
¿Pensás que el movimiento punk (más allá de sus ramificaciones) logra ser homogéneo en las cuestiones vinculadas al género?
En teoría en el punk no hay diferencias de género. En la práctica quizá no tanto. Pero les digo, da para todo el punk. Andar de cresta y con tachas no te convierte en punk. Yo a los 12 /15 años por andar así me llevaban preso fija (una o dos veces por mes), ahora ni me paran. Está bien que me ven más grande y por ahí los cobani prefieren joder a los guachos. Ahora de chamuyo por ahí les gano, de guacho me asustaban un poco más.
No puedo hablar del movimiento en sí porque cada persona es única. Que hay machismo, sí, no lo voy a negar.
En otros lugares es peor todavía. Por ejemplo, cuando anduve por México está mucho más insertado en la cultura el machismo (inclusive dentro del punk). Desde el lenguaje se marca esa diferencia: allá cuando algo es una mierda dicen “vale madres” y cuando algo está bueno dicen “está padre”.
Hay producción / participación femenina igual (bandas, fanzines, etc). Pero ya no es como antes. Patricia (She Devils) contaba que cuando ella empezó a tocar le tiraban de todo, la insultaban por el simple hecho de ser mujer. ¡Ahora no! Obviamente, siempre va a haber un gil que te va a chiflar pero no al punto que te discriminen por ser mujer. Me parece que eso ya quedó en el pasado.
En los libros se ve una mezcla de situaciones cotidianas/ callejeras con adaptaciones rioplatenses de un arte más tradicional (Munch, Picasso, etc). A la hora de dibujar: ¿te nutrís de las dos cosas o lo fuiste incorporando con el paso del tiempo?
Desde que tengo Internet en mi casa se me hizo mucho más fácil buscar referencias (risas). Ahora con un click aparece todo y si no se me ocurre de una lo puedo ir buscando. Es más, fui recopilando en una carpeta en la compu ciertas adaptaciones de cuadros. Tienen el toque rioplantense porque sí, soy de acá, vivo acá. Me parece que no es algo malo: si hubiese nacido en Malasia por ahí las caras serían más achinadas (risas).
[En ese momento, nuestro interlocutor se toma un tiempo para mostrarnos adaptaciones de algunos cuadros de Frida Kahlo, la virgen de Guadalupe, fotos como la de Soledad Rosas, tapas de discos, etc. Y vemos claramente cómo cada uno de estos trabajos contiene ese sello personal que lo distingue y logra unir lo más icónico del punk con el arte “tradicional” en un equilibrio armonioso] Siguiendo con la charla…
En tus libros hablás sobre las bandas iniciáticas del punk argentino y decís que hubo otras (Crass /Conflict) que no fueron tan difundidas, pero que transmitían mejor la Idea.
Cuando yo empecé a escuchar punk rock (que sería 87 – 88) Sex pistols /The Clash /Ramones (tal vez Dead Kennedys) eran las bandas base: después uno iba escuchando otras. Los Pistols y Ramones son musicalmente más básicos que The Clash. Crass y Conflict son las más conocidas en difundir el pensamiento anarquista dentro del punk rock. Sex Pistols fue una banda armada a lo operación triunfo y los Ramones tampoco proponen demasiado en sus letras. Les salió bien, pero había toda una cultura de las drogas y el alcohol. Me parece que en eso The Clash es diferente.
En Argentina la cosa se fue modificando y pasó a ser Attaque /2 Minutos /Flema. Es lo que se escucha en un principio. Flema está a años luz en cuanto a propuestas que cité antes, al igual que 2 Minutos (son historias simples de barrio). No digo que esté mal, ¿eh?… Personalmente prefiero tirar alguna onda.
De todas formas, ahora con Internet todo el mundo escucha lo que quiere entonces no existen esas barreras. Hay mucha gente que sigue a The Clash o Ramones y no es punk.
A veces uno es más idealista y con el tiempo, no te digo que te vas ablandando, pero si todo es lucha o revolución corrés el riesgo de convertirte en un cliché.
Con la música se llega hasta cierto punto a nivel de difusión de ideas. Podés influir en las personas pero no va a ser un cambio radical. Para que la gente sepa que existís, tenés que ser masivo y eso te da una distancia del público (corriendo el riesgo de perder la esencia).
Ahora con Internet no hay necesidad de venderle el alma a una discográfica; siempre que ofrezcas un producto un poco diferente. Depende del talento de la banda.
Otra cuestión de la que hablás en el libro es de los lugares donde tocan las bandas. La movida autogestiva ¿sigue viva?
Hay de todo. Están las salas acondicionadas (Roxy, El Teatro) que no son lugares para las bandas chicas por un tema de convocatoria (alquilar ese lugar cuesta 18.000 pesos [Nota de Editor: ¡o mucho más!]). Yo no lo gastaría en una fecha.
Los lugares clandestinos que circulan de boca en boca siguen una política autogestiva. Si bien se cobra entrada no se hace pensando sólo en el billete. Dentro de la música hay monopolios. Las bandas no se quejan porque si vos boqueás al dueño te cortan el suministro en radios o lugares. Está todo conectado en un circuito muy pequeño. Hay mucho negociado del que la gente ni se entera. Todo es filo.
Existe un mundo parte y depende a los objetivos que te plantees: a mí no me interesa la masividad de llegar a un Vorterix. Por ejemplo, en Kasa Las Estrellas (La Boca) a las bandas no se les cobra por tocar, no es como en otros lugares que te hacen vender entradas. En el CBGB te dan 50 entradas y te dicen: “me tenés que rendir 30, las otras 20 son para vos”. Con suerte vendés dos (una a tu novia, otra a tu hermana) pero los chabones saben que nunca pierden ¿Qué banda que toca por primera vez lleva 80 personas? Nadie. Salvo que tengas una familia numerosa (risas). CBGB por mencionar uno; hay varios que se manejan así. No cubrís el monto y te retienen los instrumentos los hijos de puta. A raíz de Cromañón hubo muchas trabas pelotudas para el under pero eso no aniquiló su existencia. Hay gente que piensa que la tragedia fue orquestada…son mafias.
Virginia Woolf una vez escribió: “Escribe lo que tengas el deseo de hacer; es lo único que importa, así esa importancia sólo dure años o unas pocas horas. Eso nadie lo puede predecir”. (“So long as you write what you wish to write, that is all that matters; and whether it matters for ages or only for hours, nobody can say.”).
No imagino una mejor reflexión para dar fin a esta nota.
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