Sahara Surfers, la modesta banda austriaca que sacudió Uniclub [review]

De la mano de Noiseground llegó a la Argentina la banda austríaca Sahara Surfers, que tocó en Uniclub ante un centenar de personas impacientes por saber lo que tenían para ofrecer los europeos en la lluviosa noche del domingo.

A pesar de que Austria no es precisamente tierra stoner, su sonido es consistente y parece haber dejado felices a muchos. Y sin revolucionar el género con su sonido stoner “clásico”, que no tiene muchos cambios, tiende a ser intrincadamente repetitivo.

Con todo y eso, con un setlist de unas 10 canciones aproximadamente, el atractivo de la banda fue su bella frontwoman, cuya voz puede subir y bajar en los sostenidos coros barítono de casi todas sus canciones, y las letras de las mismas, que dan unidad a la idea intrínseca de Spacetrip on a Paper Plane o Sonar Pilot, sus dos trabajos.

Increíbles los dos temas más pesados de la noche, que sacudieron al público de principio a fin, demostrando lo esencial en la modernidad musical: sonar mejor en vivo que en estudio.

Está claro que el género tiende a ser hipnotizante aún con la distorsión que lo caracteriza, y es exactamente a eso a lo que apuntan los austriacos, que tocaron como si lo hicieran en la intimidad de su garage.

Tal vez es eso lo mejor, la sencillez de una banda que a veces suena a Sonic Youth o a Silversun Pickups, guardando claramente las proporciones. En resumen, lo importante es que a la mayoría de quienes asistieron les gustó la banda, porque son esas cosas las que se notan en el ambiente y lo que al final importa.

En una nota aparte, cabe decir que existió una desmedida emoción por la banda austriaca, que no superó a las locales Orquesta de Diablos y Ararat, que fueron soporte e hicieron una impecable presentación. Y no es porque sean extranjeros, hablo aquí de la calidad musical y la fuerza de sus propuestas.

Sin desmeritar a los Sahara Surfers, que seguramente evolucionarán para mejorar, doy un doble pulgar arriba a Orquesta de Diablos y Ararat, que fueron lo mejor de la noche.

Andrés Carrizosa

Fotos: archivo