En noviembre pasado, Guachass cruzó el charco con la intención de presentar su nuevo y buen disco, Paladar Negro, pero todo lo planeado tuvo que reformularse sobre la marcha debido a la clausura a último momento del Club Cultural Matienzo. Ante ese panorama, el cuarteto stoner de Montevideo debió poner buena cara y mezclarse con un puñado de bandas, esa misma noche, en El Especial. Unos meses después, obstinados, hicieron un nuevo intento en el Matienzo y pudieron tener su merecida revancha.
Es viernes por la noche (o madrugada del sábado) y, un par de minutos antes del show junto a Nairobi, la guitarrista Mariana Gascue va y viene, como intentando controlar la situación y que nadie se atreva a suspender la fecha. “Quien se quema con leche…”, habrán pensado en la previa…Finalmente, durante la zapada inicial en el escenario, van tomando conciencia de que en esta ocasión Buenos Aires no los traicionará como la vez anterior.
Cerca de las dos de la mañana, unos trescientos sub 30 que componen la audiencia se predisponen a comprobar de qué se trata este nuevo disco que difiere bastante de ese debut en el que el sonido trazaba un puente imaginario entre Montevideo y Detroit. Quienes ya lo escucharon, saben que en Paladar Negro se respira la rambla de la capital uruguaya pero con un poco más de desierto de Arizona. También se nota la madurez de una banda que parece haber encontrado en el stoner lo que más los representa. “Yo creo que cuando sos más chico, quieras o no, escuchás más punk rock y cuando vas creciendo escuchás nuevas músicas. Después hicimos una unión muy fuerte con Los Natas y últimamente se nota la influencia a Queens of The Stone Age”, contaba Mariana en una entrevista del año pasado con Brandy con Caramelos. Y esa nueva mixtura geográfica y musical se termina de percibir en una noche fresca en un club en los límites de Palermo y Villa Crespo.
El escenario es bajo y el público está cerca, lo que da la pauta de que no hay divismos de parte de los músicos ni histeriqueo de parte de los presentes. La idea es tocar y escuchar buena música, por eso el resultado no puede ser otro que una noche exitosa. Y todo toma mejor forma cuando suenan Libertad, Auto Dorado, A ningún lado, Tornado o Montevideo, joyas ultra rockeras que componen el último disco y que hacen entender las razones de por qué uno se acercó con la noche muy avanzada hasta el Matienzo.
“Y voy amaneciendo, la gente veo pasar, a veces gano, a veces vuelvo a perder, Montevideo me traiciona y no me puedo resistir a él…”. Guachass no se pudo resistir al intento de una revancha en Buenos Aires. Y la tuvo en menos de lo pensado.
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