La séptima presentación del proyecto De La Tierra, integrado por Andrés Giménez (A.N.I.M.A.L/D-Mente), Andreas Kisser (Sepultura), Sr. Flavio (Fabulosos Cadillacs) y Álex “El Animal” González (Maná), en el Teatro Vorterix, tuvo su flamante debut en el país con un recinto lleno que esperó con expectativa lo que los cuatro músicos, de gran trayectoria, tenían para ofrecer en una fría y lluviosa noche porteña. Y fue todo lo que se esperaba.
La banda se puede definir como una extensión de D-Mente con la clara influencia brasileña de Sepultura, a través de Kisser. Sin embargo, es la mezcla de matices la que hace su sonido único.
Es Sr. Flavio, en bajo, sigue sorprendiendo con su eclecticismo musical y el poder que aporta su sonido en este nuevo proyecto es impecable. Está de más decir que el mexicano Alex González le da a la bata como el “animal” que es, a millones de años luz de la limitación a la que se ve expuesto en la banda que lo hizo famoso.
Los ánimos se mantuvieron a filo desde el comienzo, y fue San Asesino, uno de los singles de su primer álbum, uno de los más coreados, la muestra de que los asistentes hicieron bien su tarea y se aprendieron asombrosamente rápido la mayoría de los temas que interpretaron.
De nuevo, resalto el protagonismo del ex-Cadillac, que con un intenso solo de bajo demostró su grandeza. Su actuación precedió al solo del batero Alex González, que les mostró a los escépticos todo lo que puede hacer con su instrumento: sentado, de pie, de espaldas…es un monstruo.
A pedido del D-Mente, la licuadora no se hizo esperar con Corran, el sexto tema de la noche.
Luego se vino la pieza con mayor influencia Sepulturera, Chamán de Manaus, con Andreas Kisser comandando uno de los mejores tracks del álbum bajo el sello Roadrunner Records.
Luego llegó Reducidores de Cabezas, un tema clave en la nueva producción que se escuchó fielmente, como ocurrió durante todo el recital.
Kisser también tuvo la oportunidad de desplegar sus mejores habilidades con un solo sobre una pista de percusión en el fondo que permitió hacer un break a los demás, y a quienes transpiraban a la mitad de la presentación. Virtuosismo puro.
Como era de esperarse, muchos pidieron temas de A.N.I.M.A.L., pero inmediatamente Giménez respondió: “No, esto es De La Tierra. Gracias igual”, acabando con la nostálgica posibilidad de volver a escuchar de sus cuerdas vocales los clásicos que lo pusieron en escena.
Por el contrario, compartió: “Estuvimos en casa de Flavio ensayando, en familia, con su señora y sus hijos, mientras el mexicano nos daba mucha comida picante que nos dio problemas”, dijo Giménez, explicando el proceso de creación de lo que pudimos ver en primicia en nuestra latitud. “Ahí fue cuando nos dimos cuenta que teníamos algo, que nos divertíamos creando. Muchas gracias a todos los que han hecho parte de esto, gracias a ustedes”, sentenció.
Y es que la emoción de los nacionales por presentar su nueva creación la sentimos todos en el Vorterix.
Tras Chamán, Reducidores de Cabezas, el solo de Kisser y Fuera, llegó Polizia, de la banda brasileña Titãs, una de las más rápidas y contundentes piezas que sacudió cabezas de la mejor forma.
Lo que se suponía era el final, continuó con la caída de la Mano Negra. El inusual cover de Señor Matanza sorprendió a todos y también fue muestra de la libertad con la que se desenvuelve la banda.
Cantada por Sr. Flavio y coreada con riffs fuertes por Kisser-a quien no se lo suele ver haciendo este tipo de interpretaciones-, y Giménez, el clásico de Mano Negra dio paso a Cosmonauta Quechua, con la que se llegó a la cúspide de la noche: Giménez hizo un mosh –o stage dive– invitó a un par de lindas chicas a cantar con él, las indujo a hacer otro mosh y cerró la noche en medio de aplausos, regalando púas, palillos y hasta el setlist, que fue arrancado del piso.
Aplausos a De La Tierra. Ahora sólo esperamos que el proyecto tenga continuidad, en paralelo con el trabajo que realizan con sus bandas de origen.
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