La tercera entrega de Narcoiris, luego del EP Cazador (2010) y el larga duración Temporal (2011), se aleja de las anteriores producciones madurando su sonido, cada vez más consolidado, con temas un tanto más largos y mejor elaborados.
Un viaje introspectivo es lo que propone El primer enemigo del hombre con el acostumbrado y predominante bajo y muy buenos punteos a lo largo del álbum que no defraudan; cambios interesantes en la estructura de los temas hacen que se aproximen a sonidos progresivos.
En este trabajo el primer enemigo es claramente uno mismo, y los Narcoiris lo evidencian con las metafóricas letras que acostumbran. Aquí, se enfrentan al silencio, a la noche, a lo oscuro, a lo hecho y lo deshecho.
Y así se produce una especie de letargo a través del álbum: «Vi la luz y ya no pude hablar. No puedo rezar desde las sombras», sentencia Dinero 1970, justo en el nudo de nueve temas ofrecidos en esta oportunidad, que exigen ser escuchados con atención para poder ser digeridos y descubrir su potencial y su fuerza.
Andrés Carrizosa
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