8894 en general es bueno. Es un trabajo que destila racionalidad y parece seguir preceptos no explorados anteriormente. Hay una evolución innegable, pero es una evolución que pone en tela de juicio la identidad musical de la agrupación generando algunas incógnitas sobre la ruta que Banda de la Muerte está agarrando o ya agarró con este 8894 que por momentos suena más a banda yanqui que a banda argentina. El arte del disco –dispuesto en tres ilustraciones tipo cómic para la tapa, la contratapa y el CD- es insuperable y el folletito con las letras de los temas nos regala a su respaldo un cuidadoso póster en blanco y negro en el que aparecen desafiantes los cuatro integrantes de Banda de la Muerte.
Nueve canciones componen este disco: Ejército de uno es un tema que, como dice su propia letra, no lo detiene nada… tiene altibajos sonoros tutelados por la robustez de las violas que se niegan al reposo manteniendo ventoleras punk. 8894 encuentra una voz que reafirma una suerte de yo oscuro forzosamente aducido a una atmósfera más bien críptica y espaciada. Tan distinto a vos es un tema melódicamente escalonado y acompañado por el impulso excepcional de la voz de Xon. Marcha del exilio empieza con lo que puede ser un western acústico que se va perdiendo progresivamente en la distorsión hasta fundirse en un hardcore tenue y lánguido. Lo que vos llamás ganar es una canción introspectiva con un bajo salvaje y una batería que grita por sí sola. Nación de seguidores, una canción corta, es tal vez el tema mejor logrado del álbum, empezando con un tempo tardo y pasando repentinamente a un tempo velocísimo y fulminante con voz rasgada y mensaje tajante. Pensando por mí es un tema con destellos de punk y metal alternados; su larga intro y su largo punteo final rescatan la generalidad del tema. De mi lado es una canción hecha y derecha con una predictibilidad del 100% que cuesta al disco por su baja tonalidad. Cerdos es un hardcore-punk claramente definido que no se agota en sí mismo pero tampoco se supera y en el cual la velocidad es la única y verdadera protagonista.
Con 8894 Banda de la Muerte apuesta no por un nuevo sonido, pero sí por cambios substanciales en su forma de hacer y pensar su música. Es un disco fresco que ofrece cierta madurez sonora, además de experimentar más a fondo con la mixtura de varios subgéneros del rock. Sin embargo, es cierto que también se aleja de la naturalidad y la espontaneidad a la que Banda de la Muerte nos tenía acostumbrados con arreglos y perfeccionamientos de más que evidencian la mano productora -y productiva- de Jack Endino. Ahora bien, lanzados al vacío sólo resta esperar la recepción y/o acogida del público, que es el que finalmente y por suerte, siempre tiene la última palabra.
brandyconcaramelos.wordpress.com 
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