En su disco debut (grabado en 2013) el quinteto de Mataderos expone líneas tangenciales entre el rock y el post punk (el primer Echo and the Bunnymen, Wire, Joy Division), hasta llegar a la rudeza experimental de grupos del post rock como Slint.
Formado por Mariano Lugones (voz, guitarra y teclado), Gastón Guevara (batería), Walter Sanchez (guitarra), Lucas Rodriguez (guitarra) y Sebastián Fontenla (bajo), MONO es una interesante variante rockera en el circuito del indie porteño. La voz de Lugones nos evoca a Alejandro Sokol, como si estuviéramos escuchando los dos primeros discos de Las Pelotas. Por ende, el aura de Sumo recorre gran parte del disco.
La urgencia de las letras (con reminiscencias al “no future” del punk circa ’77) y la profundidad de la instrumentación mínima (batería, bajo, guitarra y ocasionales teclados) nos llevan a lo largo de 11 canciones con introducciones oníricas y palabras que atraviesan las canciones como ráfagas.
Para destacar el ritmo galopante de Consejos (malos consejos), la ensoñación melódica de Enceguecer (“los veo hoy, hundidos en su disfraz”, repite Lugones en un opaco mantra final), la contundencia sonora del tema que da nombre al disco y la evocación rutera con cepas stoners en la intro de Pretty Faces.
Como sucede con bandas como Romapagana, NormA y Error Positivo, Mil Caminos de MONO es una opción interesante para aquellos buceadores inquietos de sonidos rápidos y oscuros de este lado de la ciudad.
Patricio Campos
brandyconcaramelos.wordpress.com 
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