El momento es ideal para celebrar y redoblar la apuesta hacia el futuro. Sick Porky viene desde hace 18 años perfeccionando sonido, letras, amistad y trabajo. Y todo se ve reflejado cuando graban y cuando tocan. Diciembre de 2015 aparece como la fecha del equilibrio, del relanzamiento, del antes y el después, del ir a por todo y a por todos. Y sin histeria, porque se trata de disfrutar el momento, por más que se vayan sumando satisfacciones y situaciones hasta hace poco desconocidas, salen a concretar un gran objetivo, tocar nada más ni nada menos que en el Teatro Vorterix.
Disfrutan la adrenalina que les provoca esta chance impensada hasta hace no mucho tiempo, pero parecen mirar el espejo retrovisor todo el tiempo para no pisar de más el acelerador. Es más, también perfeccionan una mirada 360 para no perder detalle de la realidad que los rodea y no dar pasos en falso. Y así les va muy bien.
La noche que vienen proyectando desde hace varios meses finalmente llegó, es una realidad. Y cuando faltan más o menos unos veinte minutos para que la velada arranque, ya no queda nadie en la vereda. A la hora del comienzo, todos vestidos de negro salen al escenario con la seguridad de que el gran laburo previo ya está hecho, que llegó la hora del disfrute con su gente.
Lo que sigue es un despliegue de talento y contundencia, ejecutando mayormente los temas de Los Descarnados, un disco que no tiene desperdicio y que invita a soñar con una continuidad gloriosa. Suenan y lucen Hordax, Ephemerol, Encogemente y Planeta errante. La lista también incluye Por las mías, un tema adelanto de lo que vendrá en un futuro cercano y, por supuesto, hay revisionismo Porky con El umbral y Pura sangre, para cerrar un show histórico en el que también estuvo tirando magia el mismísimo Stuka, de los Violadores.
El gran momento de los Sick Porky no ha sido de un día para el otro y es una realidad lograda a fuerza de creatividad y de esfuerzo. Su llegada al Vorterix es para celebrar, pero está claro que es un nuevo punto de despegue, porque van por mucho más. Tienen con qué.
Alejandro Panfil
Foto: Dahian Cifuentes
brandyconcaramelos.wordpress.com 
Dejá tu mensaje