En marzo de 2015 los Flying Eyes se dieron por primera vez una vuelta por Buenos Aires. La idea era mostrar su música en otras latitudes, hacer nuevos amigos y dejar la mecha encendida para un eventual retorno. Nadie podía aventurar nada más, pero por la buena impresión que habían causado y porque habían tocado a sala llena ese retorno se hizo posible en tiempo récord, tan sólo 12 meses después.
El contexto es ideal. Bandas de su palo no paran de componer, girar y tocar. Y muchas de esas bandas tienen a la capital argentina como uno de sus principales destinos. Hace unas semanas fue el turno de los Radio Moscow y los Dead Meadow. Ahora les toca nuevamente a los Flying Eyes, quienes se sienten muy a gusto siguiendo las huellas de los de Washington D.C. “Amamos a los Dead Meadow y verdaderamente hemos sido influenciados por su sonido. Hemos tocado con ellos en Baltimore y estamos felices de que nuestra música esté asociada a la que ellos hacen”, dice el baterista Elías Schutzman. Y así arranca el diálogo con Brandy con Caramelos a pocas horas de asaltar las tablas del Roxy de Palermo Hollywood.
-Hace un año vinieron por primera vez a Buenos Aires y ya están de vuelta por acá. ¿Qué significa esta ciudad para ustedes?
-Es un lugar muy especial en nuestros corazones porque siempre será la primer ciudad donde tocamos en Sudamérica. La vez anterior nos voló la cabeza la energía y el entusiasmo del público, ¡por eso no vemos la hora de tocar otra vez allí!
-¿Y qué podemos esperar de este show que van a hacer en el Roxy?
-Vamos a tocar mayormente nuevas canciones que grabaremos para el nuevo disco, más algunas que todavía no hemos tocado jamás. Y lo que seguro habrá será el mismo sudor, cerveza y rock and roll bien tocado.
-De ese recital en Uniclub nos llevamos la certeza de que suenan como esas bandas clásicas del rock and roll… ¿cómo lo logran?
-Gran parte de nuestra juventud la pasamos fumando hierba y escuchando muchos discos que salieron entre 1967 y 1970. (risas)
-Su último disco de estudio es Lowlands, de 2013, ¿qué balance podés hacer del mismo y cómo se viene la grabación del próximo?
-Estamos felices con ese disco. Fue definitivamente un disco ambicioso y que nos hizo transitar por territorios poco explorados por nosotros anteriormente. Para el próximo hemos pensado en volver un poco a las fuentes, con crudeza y rock psicodélico. ¡Y lo estamos grabando en Rio de Janeiro durante este tour!
Alejandro Panfil
Foto: FlyingEyes.com
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