El, domingo, segundo día del festival, suele ser un poco más tropical. Se levantó más temprano para seguir celebrando lo que sería la edición número 22 del festival, que es el festival de rock gratuito más grande de Latinoamérica.
El escenario Bio se abrió a las 12:30 p.m. para recibir a Lion Reggae, una agrupación bogotana que desde muy temprano levantó los ánimos en la segunda tarima del festival. El escenario principal iniciaba su trabajo a las 13:30, cuando la agrupación capitalina Reservoir Dogs, aparecía en escena para desencadenar los primeros mosh de la tarde. Y por el lado del Escenario Eco, espacio que se dedicó a la participación femenina como lo nombramos anteriormente, no tardó mucho tiempo para que se subiera al escenario principal la primera banda internacional: Against The Waves, que desde España vinieron a rock al parque para seguir subiendo la energía.
El segundo escenario, Bio, fue durante toda la tarde una exhibición de ritmos como el reggae, el ska, el dance hall, y algo de música fusión; un espacio en el que durante toda la jornada, no se paró de bailar al ritmo de las agrupaciones invitadas. Bandas nacionales con una extensa trayectoria como Lo ke Diga el Dedo, Los Elefantes, que es la banda más representativa del ska bogotano, y que como muchos me siento identificada con cada una de sus canciones; Bambarabanda y Puerto Candelaria, hicieron parte del cartel que fue preámbulo de la presentación de Gustavo Cordera y la Caravana Mágica, quienes llegados desde Argentina, se encargaron de cerrar la noche en la tarima intermedia.
Lo mejor de este día dos, en mi concepto, fueron los norteamericanos de Sick Of It All, quienes celebran también 3 décadas de hardcore y han sido muy representativos para la escena de H.C en todo el mundo. Sobre el escenario son enormes, pudimos escuchar de la voz de Loe Koller, vocalista, en la rueda de prensa, en cómo estaban de preocupados todos los norteamericanos con la nueva política de armas en USA. Dijo Koller: “La imagen que venden de nosotros al mundo es que todos tenemos un arma en casa, y que en cualquier momento vamos a salir a matar, pero los que realmente nos estamos salvaguardando es de ellos, porque todos los que están detrás del poder un día se tomaran las calles, y realmente ese será el fin, porque lo que están intentando es desarmarnos, para poder realmente tener el control sobre todos nosotros”. Apreciación bastante crítica de la situación, pero igual bastante yanqui y guerrerista. Les gustan las armas. Punto. Los Sick Of It All también pusieron su punto de vista sobre la escena local y la internacional comentando cómo habían visto y percibido los diferentes cambios durante todos sus años de carrera.
Luego vinieron los compadres recerdos, que aunque odiados por muchos, tienen su fanaticada. Fueron criticados en demasía ya que los integrantes de esta banda, también pertenecen a la banda de punk bogotana Chite, y esto fue llamado mil y un veces rosca (endogamia), ya que a estas bandas nacionales que son invitadas, se les paga de un presupuesto distrital, y además de tener la oportunidad de tocar, tienen reconocimiento a través de toda la publicidad y parafernalia del evento, quiere decir que estos personajes ganaron su publicidad doble y pago doble, quitándole el espacio a otras bandas muy buenas, que deseaban mostrar su repertorio. Luego esa misma noche cerró Napalm Death que eran de las bandas más esperadas por la fanaticada, aunque llovió un montón antes de ellos, la gente no se fue, se mantuvo con muchas ganas de ver posiblemente a la banda más célebre de dgrindcore en el mundo, está cumpliendo 35 años exactos de carrera y jamás habían tocado en rock al parque. Su sonido extremo, su reputación dentro del exigente universo del rock duro y sus álbumes sin par, la hicieron una de las más apetecidas y elogiadas del festival, y con los mejores resultados tanto en repertorio, sonido y performance.
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