“Lo único que importa es el camino, no quiero saber a dónde va. Lo único que importa es el viaje, no quiero saber cómo es el final…”, canta Carlos Villafañe con la banda de fondo en El Camino, épica obra incluida en Alucinatorio, el disco que Sick Porky se prepara para para presentar este viernes en el Teatro Vorterix, un escenario ya frecuente para ellos pero no por eso menos especial.
La banda, ya con dos décadas de vida, puede sentirse muy orgullosa del camino recorrido, que es el propio. Y no importa demasiado lo que pueda pasar en el futuro, porque tienen la suficiente capacidad para disfrutar el presente.
A horas de salir nuevamente a un escenario porteño tras una interesante gira que los tuvo por La Plata, Santa Fe, Concordia y Asunción del Paraguay, entre otras paradas, Jere Stutz le contó a Brandy con Caramelos las sensaciones que está experimentando la banda por estos días.
-¿Cómo los encuentra como banda esta presentación de Alucinatorio en el Teatro Vorterix?
-Nos agarra en un buen momento, constantemente haciendo cosas, ya sea tocando, componiendo, grabando y craneando cosas nuevas. Todo eso te mantiene activo y entrenado. Vas ganando otro tipo de experiencia que se va adquiriendo con los años y empezás a saber un poco más de qué forma laburar. Siempre es una apuesta constante, nos cuesta mucho, demasiado, estar sin hacer nada. Siempre estamos con un nuevo objetivo en la cabeza, ahora es el Vorterix, pero antes era otra cosa: preparar el disco, preparar un show para la radio, preparar un cover para grabar, preparar un acústico, pensar en los próximos recitales que se nos vienen después del Vorterix, pensar en empezar a hacer canciones otra vez, en preproducirlas, en ir a grabarlas, es como una rueda de alimentación constante que siempre, de una forma u otra, se mantiene girando. Es la forma en que después de veinte años buscamos que siempre haya una motivación para algo y que el viaje no se torne aburrido. Nunca se hace aburrido, nunca. Así que, aunque muchas veces digamos “mataría sacar un poco el pie del acelerador”, es como que instintivamente no podemos. Cuando pasamos mucho tiempo sin hacer nada, los tiempos de ocio (como las vacaciones) son los momentos que más nos pesan. Así que estamos en un momento de mucha ocupación, por ende es un gran momento y nos va a agarrar así para salir a romper todo el Vorterix este viernes.
-Vienen de hacer una gira interesante por el interior y por Paraguay, ¿qué se aprende estando en la ruta?
-Las giras lo que hacen más que nada es ir afianzando el grupo humano y de trabajo. La banda en si ya sabe cómo moverse y sonar arriba de un escenario, sea la circunstancia que sea, con el sonido y los equipos que tengas a mano, siempre aprendés cosas nuevas, pero creo que lo que más aprendes en una gira es como poder laburarla mejor, cómo hacerlas cada vez mejor. Nosotros siempre nos proponemos tocar el máximo posible en lugares donde no llegamos antes. A veces es difícil, porque somos muchos para movernos, somos seis de movida, además del grupo de laburo, y siempre terminamos siendo nueve o diez personas. Entonces la logística es todo un tema, qué llevar, cómo viajar, cómo llegar. Y entonces de ahí vas amasando la experiencia que te da la ruta. Pasamos miles de cosas y las vamos a seguir pasando, es lo lindo de girar. A veces te podés encontrar durmiendo en el piso de un baño por dos días, a veces podés perder el micro o los pasajes, así como tantas anécdotas hermosas que nos da, nos dio y nos dará el camino.
-¿Y ese tiempo afuera todos juntos los hace afianzar el grupo humano?
-El grupo humano y de trabajo se afianza, sí. Y siempre es hermoso encarar una gira, irte lejos a tocar, a un lugar donde nunca fuiste. Nunca sabés con que te vas a encontrar y es un sentimiento increíble. Pasar varios días con tus amigos tocando, sin que importe nada más, no tiene precio.
-¿Qué significa para ustedes haber logrado tanta continuidad y calidad en los escenarios?
-Es un logro. No es fácil mantenerse durante veinte años haciendo esto. No es fácil hacerlo en cualquier rubro de la vida, ya sea una relación, un negocio. ¿Pero una banda? Es una tarea titánica. Pero al ser amigos, hermanos, es mucho más fácil. Crecimos juntos, junto a la banda. Éramos bebitos de 15 años y 20 años después seguimos acá, tocando, haciendo cosas nuevas, cada vez mejores, y apostando siempre a algo nuevo. Es una búsqueda constante la nuestra, siempre en pos de mejorar lo que hicimos en nuestro laburo anterior. Como te decía antes, los años y la ruta te dan la experiencia. Podés tener los mejores equipos, los mejores instrumentos, la mejor publicidad y apoyo, pero si no tenés huevos, garra, sangre, corazón, talento…no tenés nada. Algunas son innatas, otras las aprendés. Para eso es la vida, para ir perfeccionándote en el arte de lo que amás hacer. Nosotros amamos la música. Entonces, si a través de los años no evolucionás en tu arte, estás perdido. Significa mucho seguir acá, tocando y disfrutando. Nos sentimos afortunados, hicimos nuestro propio camino y es algo que nos llena de orgullo. Siempre hicimos y vamos a seguir haciendo lo que queremos, lo que nos gusta. Mientras tengamos la música, vamos a estar salvados.
-¿Algo que se pueda adelantar del show del viernes?
-El viernes vamos a estar tocando Alucinatorio de punta a punta, haciendo las nueve canciones del disco, reproduciendo en vivo el viaje que representa. Y después vamos a estar haciendo una selección de varios temas de nuestros discos anteriores con varios amigos que nos van a estar acompañando en el aquelarre. Mucho más que eso no puedo adelantar, pero si ya nos vieron en vivo saben con lo que se van a encontrar. Nunca defraudamos, siempre salimos a romper todo y a dar lo mejor de nosotros. Esta vez no será la excepción. Y será en un marco hermoso que es la presentación del disco en uno de los lugares más lindos y que mejor suenan de capital. Y encima nos acompañarán los amigos de Más que Uno y Fluido. Una fiesta total, esperamos verlos ahí.
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