Lo reconocen ellos mismos en varios momentos de la charla. Muchos, pero muchos, aún hoy, desconocen la existencia de una escena de rock paraguayo. Ellos, Walter Cabrera, Bruno Ferreiro, Federico Wagener y Guillermo Gayo, son Flou, banda que tiene casi dos décadas de trayectoria y es pionera-sí, pionera-del género en Asunción. Durante todos estos años, el grupo ha consolidado no sólo su estilo y un público genuino, sino que se ha convertido en el más importante de su país, a fuerza de no sólo llenar estadios y tener participación frecuente en los festivales internacionales que llegan a dicha capital. Lo logró, también, por hacer todo lo posible para que muchas bandas crezcan a la par. Y de ahí su importancia y el legado que dejarán el día que decidan dedicarse a otra cosa.
Son las ocho de la noche en El Aval, el mejor bar de Palermo Ramone, y están muy a gusto, no sólo por la buena cerveza artesanal, sino también por la estética skater que les es muy familiar, ya que desde esa cultura edificaron su propuesta artística que, lógicamente, está emparentada con el sonido de sus grandes amigos argentinos, unos tales llamados Carajo.
“Es difícil catalogarnos, pero estamos más tirados al metal alternativo y no tanto al ñu metal, que es más rapeado y tiene mucho DJ. Nosotros no tenemos eso”, aclara Walter Cabrera, el cantante, a Brandy con Caramelos. Y explica: “A nosotros nos influenció más Faith No More, Alice in Chains, Pearl Jam y Deftones, que fue la banda que se salió de lo que se consideraba ñu metal”.
Un sorbo más y la charla entra en terreno de interrogantes guardados durante muchos años. Es imprescindible saber cómo construyen escena en un país en que el rock es prácticamente un invento del siglo XXI. Y en ese momento, antes de hablar de las mieles del presente, Bruno Ferreiro, guitarrista, interviene y va a la raíz del problema: “Estamos muy atrasados en comparación a Brasil, Uruguay y Argentina, y estamos empezando a hacer cosas que ustedes ya las hicieron 30 o 40 años atrás, pero ahora la cultura no espera más a que lo haga el gobierno. Es un movimiento cultural auto gestionado”.
-¿Cómo fue armar una escena de rock prácticamente desde cero?
-Walter: Estuvimos en el comienzo de una generación de bandas que empezó a hacer las cosas bien y a hacerse más notoria, porque veníamos de una dictadura que cortó todo tipo de arte hasta el 89. Con Stroessner estaba todo prohibido. Si tenías el pelo largo te ibas a la cárcel, si tenías barba y parecías comunista, ibas a la cárcel. Entonces mucho arte fue cortado de raíz y a partir del 89 es como que empezaron a salir nuevas personas, gente que seguía haciéndolo medio escondida por miedo a caer presa, pero ya en los noventa empezó a surgir una nueva generación y tuvimos la suerte de estar en esa primera camada que empezó a grabar nuevamente discos, a tocar en vivo en bares y es ahí que se volvió a gestar el rock paraguayo. Gracias a Dios somos de esa camada, aunque fue muy difícil al comienzo porque la prensa no nos daba bola y la gente no quería escuchar bandas porque no les interesaban las bandas locales. Y nosotros lo hacíamos porque teníamos esa pasión adentro de hacer música y fuimos luchándola. Remamos muchísimo.
-¿Y qué había en esos primeros años?
-Walter: Todas las bandas que existían antes que nosotros hacían rock en inglés y nosotros nos propusimos de hacer canciones en nuestro idioma. ¿Por qué íbamos a hacer rock en inglés si somos latinos? Y la primera lucha fue contra el rock en inglés y la segunda fue que para que los medios nos dieran bola otra vez. Y creo que se logró y le empezaron a dar bola a otras bandas, no solo a nosotros. Y se creó una movida en que tocábamos todos juntos, sin importar el estilo, metal, rock, pop… Todo lo que fuera rock era bienvenido y por eso se volvió a posicionar el rock y a que la gente quiera escuchar las bandas locales. De a poco fuimos tratando de hacer bien las cosas y buscarle la vuelta al audio, que sonemos bien. Y hoy la movida es enorme y todos los días hay un show en algún bar de Asunción. Estamos muy contentos por haber sido los pioneros y hoy nos toca la suerte de estar en un lugar cómodo en la escena local, ya que estamos prácticamente viviendo de la música, cosa que cuando empezamos ni se nos cruzaba por la cabeza.
-Desde hace un tempo empezaron a ir las bandas grandes internacionales, ¿eso favoreció a la escena local o la opacó un poco?
-Bruno: Yo creo que viniendo los grandes festivales y las bandas internacionales mejora la cultura de conciertos del público y es muy difícil que eso nos juegue en contra, porque hay espacio para todos y todo eso culturiza y abre cabezas. Porque por ahí no quieren escuchar metal o rock por ser bandas paraguayas, pero viene Metallica o Guns N’ Roses y van, ya no se asustan, pierden miedo al rockero. Ustedes en Argentina tienen grandes festivales desde hace muchos años y sí o sí eso te abre la cabeza.
-¿De qué realidades toman la materia prima para las letras de la banda?
-Walter: Creo que siempre seguimos la misma línea. Van por el lado de las relaciones interpersonales y muchas son muy íntimas, otras más abiertas. Siempre se habla de alguna relación, de estar bien con una persona o estar mal con una persona, cosas que todos en algún momento sentimos, porque hasta el más metalero que escucha Cannibal Corpse y sus letras de destripar a alguien en algún momento se enamoró y la mina lo pateó y se siente mal. Entonces nosotros vamos por ese lado. Se puede decir que somos románticos (risas).
-Ojo que el titulo lo saco de ahí eh…
-Walter: Ja, ja. Muchas de las letras son románticas. Por más que suene así, al fin y al cabo van para ese lado. Y eso hizo que mucha gente, fuera del estilo, se pudiera identificar porque las letras calzan justo. Le puede gustar a cualquiera porque todos pasamos por las mismas cosas, sin excepción.
-¿Y cómo está conformado hoy el público de Flou?
-Walter: Hoy en día está más sectorizado. Hay muchas bandas de distintos estilos y cada una ya tiene su público. Las bandas de ska tienen su gente, el punk y el thrash también. Hay mucho y la gente ya puede elegir y ver lo que realmente le gusta. Antes nosotros íbamos a un show porque había un show. Con tal de ver guitarras y una banda en vivo era todo un evento. Hoy la gente que quiere ver punk, va y ve punk. Nosotros tenemos un público muy variado y no sé realmente cuál será la razón, pero siempre tuvimos esa suerte…
-Bruno: Y se quedó dentro de un público joven. Nosotros tenemos un rango etario de público que va desde los 15 a los 25 años como mucho. Nuestro público se va renovando y es bastante joven.
-Se sabe que Flou es la banda más importante y convocante de Paraguay, ¿pero qué dificultades tienen ustedes en ese lugar de privilegio?
-Bruno: Yo creo que una prueba justamente es el riesgo. No creo que seamos la banda más importante, pero si dentro del rock pesado somos la banda que nos mantenemos hace más años en lo más alto. Y yo creo que el peligro es el techo. Es la lucha que tenemos contra nosotros mismos, que tenemos el privilegio de que estamos desde el comienzo y llevamos el peso de que siempre tenemos que estar innovando para que la cosa crezca. En cada fecha tenemos que desafiarnos y animarnos a hacer lo que otros no se animan a hacer. Fuimos el primer grupo en tener manager, sonidista, crew. Nos decían que éramos unos creídos porque teníamos un equipo de trabajo, pero somos el primer grupo que se auto produce, que genera fechas, que trae bandas del exterior. Siempre tenemos que estar innovando para que se nos amplíe el mercado. No es que lo hacemos porque queremos cambiar el mundo, sino porque queremos hacer crecer la escena.
-¿Han recibido críticas?
-Bruno: Sí. Siempre que quieras hacer las cosas bien o algo novedoso vas a recibir palos. El palo en la rueda siempre va a estar, solo hay que saber pasarlo por encima.
-Walter: Uno tiene que saber también que uno no es la última Coca Cola del desierto y siempre va a haber gente a la que no le guste lo que hacemos.
-Bruno: Y cuando uno está innovando también se puede equivocar y tal vez te están dando el palo con razón. Pero si no probás, no hacés ni avanzás.
-¿Qué significa para ustedes salir a tocar al exterior y en qué escala de prioridades está?
-Walter: Tenemos la suerte que nos va muy bien en Paraguay, por eso tenemos una base muy sólida allá y obviamente vivimos de la música, pero salir del país es llevar un poco la cultura y la bandera paraguaya a otros lugares donde realmente está muy poco difundido lo nuestro. El año pasado estuvimos en México y nos decían “nunca escuchamos nada de Paraguay. Y es muy raro que vengan”. Eso es algo que nos ayuda porque somos el bicho raro y nos prestan atención por eso. Y se sorprenden porque el nivel allá es muy bueno. Y venir a Argentina para nosotros es importante, porque estamos al lado y tenemos amigos que fueron a tocar allá, como los Carajo, Catupecu o La Cruda, que para mi es la mejor banda que existió. También porque hay una comunidad muy grande de paraguayos a los que por ahí todavía no les llegamos porque el rock no es su palo y son más de lo tropical, pero en algún momento vamos a tratar de hacer contacto y que las nuevas generaciones de argentinos hijos de paraguayos se acerquen a la cultura rock.
-¿Y cómo está Paraguay a nivel general?
Walter: Bien, como toda Latinoamérica que la está remando siempre. Pero todo depende de la clase política que nosotros ponemos ahí. Dentro de todo estamos bien, estables económicamente con una movida cultural que creció muchísimo.
-Guillermo (baterista): ¡Ahora hay interés y hay conciertos en todos lados!
-Bruno: Paraguay es el país más atrasado culturalmente en Sudamérica. Estamos muy atrasados en comparación con Brasil, Uruguay y Argentina, y estamos empezando a hacer cosas que ustedes ya las hicieron 30 o 40 años atrás. Pero ahora la cultura no espera más a que lo haga el gobierno. Es un movimiento cultural auto gestionado. Y aunque el país esté mal, la movida cultural crece igual.
-Decían que se conocieron andando en skate, ¿cuánto influyó esa cultura en la música de Flou?
-Walter: Mucho, porque veníamos de fijarnos en cosas que no eran propias de Sudamérica, era como que siempre estábamos mirando lo que estaba pasando en otros países, comprando una Thrasher, donde también tenían sección de música y ahí veíamos bandas skaters. Siempre nos abrió la cabeza y siempre el skate estuvo muy unido a la música. Nos fue mostrando también cosas que no eran mainstream pero que a los skaters les gusta. Y siempre que un skater arma un soundtrack para una campaña de una marca de skate se descubren bandas increíbles.
-Bruno: Creo que en casi todos los lados del mundo el skate y el metal under son una familia muy unida. En el caso de mi banda anterior, al ser todos skaters y ska-punks, la gente nos hacía el aguante en todos los shows y movían masa. Eso también ayudaba mucho para arrancar la carrera. El skate siempre fue una movida de ayudarse mutuamente.
Crear, ayudar, arriesgar, cruzar las fronteras y seguir avanzando. Flou entiende que esa es su manera de moverse en la música. Y así continuarán. No sólo para que el rock de su país crezca y se siga desarrollando, sino también para que se conozca. Cada vez un poco más.
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