Es sábado 7 de octubre, más o menos ocho y media de la noche. Costa Rica vive una fiesta porque su selección se acaba de clasificar al Mundial de Rusia 2018. Y en una vieja casona del centro de San José, todo el mundo se prepara para una noche con diferentes estilos musicales y prolongar la celebración hasta que el cuerpo diga basta por hoy. Está Boom Boom Kid por primera vez en la ciudad y en el país. Y la presencia de estos trotamundos plenos de libertad garantiza que el final de la jornada será aún más gloriosa.
Tres bandas locales son las encargadas de romper el hielo. Ellas son Dylan Thomas (Noise Pop-Shoegaze), con una propuesta alternativa de calidad que progresivamente le va poniendo más calor al asunto. . Les siguen Los Waldners, una propuesta que ellos mismos describen como de pop guitarrero. Y para terminar de dejar el escenario en llamas llegan los Ave Negra, con un sonido y actitud punk rocker que se configura como el gran preámbulo para lo que todos esperan.
Mientras las bandas ticas hacen su trabajo, el Carlos los observa desde el público, mezclado entre la gente sin ningún tipo de vedetismo. Todo lo contrario, se la pasa aplaudiendo, sacándose fotos con la gente, firmando discos y vendiendo su propio merchandising. Do it yourself en el más amplio de los sentidos.
BBK está presentando su nuevo disco de estudio y ya pasó por Playa del Carmen, Cancún, Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Guatemala. En San José, a donde llega luego de ser esperado durante muchísimos años, Nekro sube junto al argentino Pablo Casadey, de Muñeca Galáctica, en guitarra, y a los mexicanos Lenin Rojo, en bajo, Mario Alberto Juárez, en guitarra, y Gibrán Andrade, en batería. Banda de este tramo de gira que logra una química perfecta con Carlitos y que también puede incorporar un músico más como Camote, trompetista de Shuffle Time, banda ska-reggae local.
La lista de temas es más que generosa: 38 canciones pasan frenéticamente, destacándose entre otras Distinto y Spirito 77, de Fun People, y She runaway, I do, Kitty y I don´t mind. A pura energía llegan al final con El cateto sobre la hipotenusa, tema de El disco del invierno, su más reciente obra.
Se va Boom Boom Kid con la misión cumplida y la deuda saldada con Costa Rica. Les deja como legado un repertorio para todos los gustos, desde temas punk rabiosos hasta los más melódicos. Una vez más queda demostrado que BBK tiene todo lo necesario para dejar su huella vaya a donde vaya.
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