Eterna Inocencia tiene muchos años pateados en la escena y es de esas bandas que no se proponen ser creíbles. Directamente lo son, y lo son simplemente por lo que hacen, ya que en ese hacer no sólo hay una mera mención en sus letras de las cosas que están mal, sino que ponen el lomo ahí donde se los necesita, ya sea en una biblioteca popular o en un skate park en construcción.
Tras muchos años de rock y militancia por causas nobles, Guille Mármol y compañía se propusieron una gran celebración a sala llena y con la consigna de grabar en vivo su primer DVD. Y todo se cumplió a la perfección, ante un Teatro Flores explotado de gente dispuesta a dejar hasta la última gota en pos de corresponder cariño a la banda.
En un show largo, sin más intervalo que alguna otra palabra alusiva al tema siguiente, Eterna Inocencia desplegó un nutrido repertorio durante dos horas, incluyendo, entre otras, Cassiopeia, Mis maestros y Weichafe Catrileo. Sin fisuras y con mucha comunión entre banda y público, se vivió una verdadera fiesta antes de un largo parate.
“Tenemos que parar para ensamblar la cantidad de ideas que tenemos. Un ensayo un martes a las 21 hs. es insostenible después de una larga jornada laboral y también es necesario para una banda como ésta poder parar para elaborar todo el material que viene después de este disco”, explicó Guille.
Se viene una pausa entonces, pero Eterna Inocencia no se va a ningún lado. Simplemente descansará para volver con más fuerza. Para nuevas luchas y nuevas celebraciones.
Alejandro Panfil
Fotos: Andrés Carrizosa
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