Allá por 1978, los Ramones largaban a la venta Road to Ruin, el cuarto de la banda y el primer disco con Marky Ramone en la batería.
Ed Stasium fue el productor de esa placa que redondeó la mejor síntesis de lo que fueron. Un sonido crudo pero con tintes pop a la vez, mostrando las intenciones que traía el grupo y algo que buscaría profundizar en End of The Century y Pleasant Dreams.
Como parte de la reedición por los 40 años del disco, se conoció una nueva versión de Don’t come close, que ya la podés escuchar en Brandy con Caramelos.
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