Ya es una costumbre. Carajo y el Luna Park son una sociedad consolidada con la cual el buen espectáculo está siempre garantizado. Sin mayor excusa que la de reunirse con sus seguidores en el final de un año que los tuvo más guardados preparando el lanzamiento de su próximo disco (Basado en hechos reales), la banda decide ofrecer sus grandes éxitos y adelantar algunos temas que estarán incluidos en el mismo.
La escenografía, ambiciosa como en las ocasiones anteriores, va luciéndose progresivamente. Es como que van guardando sorpresas y no tiran toda la carne al asador de entrada. Pero de a poco las luces van tomando protagonismo y dejan ver que el escenario está más alto que de costumbre, pero con los tres integrantes al mismo nivel. Debajo, también hay una tarima que les permitirá tocar allí y recibir el calor de las masas durante los bises
Sacate la mierda, que suele aparecer en los últimos tramos de los shows, esta noche abre la velada. Parece el momento más oportuno y es también una nota editorial que hacen Corvata, Tery y Andrés Vilanova. «La economía nos robó la vida», grita un estadio completo en el campo y en las plateas. Tras Pura vida, también del primer disco, hacen dos intentos de Joder por problemas de afinación en la guitarra. Ambos comienzos tienen la misma fuerza. «Vivir es festejar» es la conclusión que sacan tras redondear la canción incluida en Inmundo.
Promediando el show llegan los estrenos ante el gran público. Advertencia, Denso y Fin al dolor son ejecutados con fuerza y precisión tras el agradecimiento al productor Ale Vázquez, presente, por darles la aprobación para incluirlos en el nuevo disco.
Llegan los bises. Tocan El Vago y el clásico medley de Pantera con el cual se distienden y comienzan a sentir el alivio por la labor cumplida. Carajo ya piensa en 2019 y en no bajar la guardia. Los títulos conseguidos son para revalidarlos todo el tiempo. Y ellos saben bien cómo salir victoriosos.
Alejandro Panfil
Fotos: Raquel Arienti PH
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