«The Left Hand of Darkness», parte del gran legado de Ursula K. Le Guin

The King was pregnant es la fórmula química de la CF de acuerdo con China Miéville y concuerdo. La última vez que leí un libro de CF fue hace miles de cientos de siglos y no me sentí especialmente atraída por el genre. Pero mi amigo Patrick Orr viene machaca que te machaca con Ursula K. Le Guin y acá estoy, recomendando fuertemente “The Left Hand of Darkness”. Obra publicada en 1969, es un experimento mental provocado por los movimientos feministas y por los cambios culturales que estaban ocurriendo pero que le permiten trascender toda barrera histórica para dirigirse a nosotrxs, acá y ahora.

Winter es un lugar que tuve la suerte de recorrer bajo la guía de Le Guin. Gethen es una de las tantas maneras en que la humanidad se desarrolla en los diferentes mundos habitados de diferentes galaxias. Acá, estxs humanos no tienen género determinado y su sexualidad está reducida a unos cuantos días al mes en que se metamorfosean en masculino o femenino involuntariamente, a veces reproduciendo la especie. Kemmer se llama este estado hormonal de calentura que con toda naturalidad evita la distribución asimétrica de maternidad/paternidad, violaciones o abusos sexuales de todo tipo, guerras y demás males de otros mundos como Earth. No es un lugar sin violencia, pero es un modus vivendi distinto condicionado por este modo de ser andrógino de sus habitantes. Genly Ai es un embajador de una liga de mundos, Ekumen, y busca una alianza con Winter y para informar sobre su experiencia tiene que contar su historia, porque Truth is a matter of the imagination. Y porque la relación entre mundos solo puede ser explicada metafóricamente en la relación entre dos personas tan distintas que encuentran la manera de amarse. Genly Ai y Estraven viven una odisea de hielo, glaciares y nieve en la búsqueda de cierta totalidad.

Este libro para mí, ajena al género literario pero no al género del otro, me transformó en una inmigrante inquieta y curiosa y me colmó de nuevos interrogantes. Es una gran novela y entiendo la insistencia de Pato. 

MissBoa