
Se viven tiempos en los que al encender el televisor la casi única propuesta es de hartantes y nocivos reality shows, en los que se suceden testimonios de gente que no tiene otra motivación más que mostrar todo lo que hace mal así algún vivo lo edita y hace plata con ello. Se suceden durante 24 horas y en todos los canales de cable personas que eligieron un pésimo tatuador, otras que intentan enchufarle un departamento a algún millonario de Manhattan y otras que cuentan como una hazaña lo rápido y mucho que comen. Poco de interesante, un gran vacío desde el vamos. Nadie tiene nada para decir, pero la tele sigue encendida consumiendo todo el tiempo de ocio del adicto y pasivo televidente. Se … [Read more...]