
Fue a principios de 2001 la primera vez que escuché los ladridos de Eskorbuto. Era de noche y llovía. Volvía a casa proveniente de mi nuevo colegio al que había llegado por azar a cursar octavo grado. No puedo olvidarlo. A la salida un muchacho me había abordado porque encontraba en mi vestimenta distintivos evidentemente punkis. Él llevaba una cresta y un pantalón remangado con botas punta de acero. Yo sólo tenía unas converse negras muy derruidas, una chaqueta con un parche de Bad Religion en el que aparecía una cruz tachada y un gancho nodriza flotando en la correa izquierda de mi mochila. Me preguntó, con cierta violencia, que qué onda y yo respondí -con el tono igual de subido- que … [Read more...]