
Desde el título de su obra, Nadie quiere ser nadie, Mariela Asensio ya me produce angustia existencial y me preparo para una sesión de terapia, digo, de teatro, en la que de manera poco ortodoxa van a exponerme frente a decenas de desconocidos. Es que es verdad que es casi imposible aceptar que somos seres insignificantes cuya vida transcurre sin sentido y cuyo impacto sobre la realidad es tan efímero como la realidad misma: todos vamos a morir. Ok, no me lo repitas más porque ya entendí y prefiero olvidar, jugar a que no me doy cuenta. Lo que Nadie quiere ser nadie pone en escena es el juego o la ficción que todos ponemos en escena todos los días sobre las tablas de la vereda para darnos … [Read more...]