
Ver a Los Rusos Hijos de Puta siempre es un lujo. Pareciese que tuvieran una puesta en escena cuidadosamente pensada para cada recital. Pero no. Ellos son, antes que cualquier cosa, espontaneidad y autonomía. Y mucha indisciplina. Su música lleva a lugares marcadamente distintos. Un día están oscuros y rabiosos. Otro día están alborozados y radiantes. Nudistas, enamorados, odiosos o panfletarios. Qué más da. Cada show trae su propia vuelta. Y hay que atajarlo como venga. Son ellos. Y nada más parece importar, exceptuando a su creciente público que participa -tanto como ellos- en la conformación de aquella traviesa y pícara atmósfera rusohijodeputera que tomó por asalto a ruido armado la … [Read more...]