
Llegué recontra temprano al Emergente. Es decir, eran las doce de la noche, tarde para mí, muy temprano para la acción. Creo que no recuerdo cuándo había sido la última vez que el espectáculo que había ido a ver empezaba más allá de las doce-no, más allá de las once, o de las diez-. Ahora, ahí ya hay una diferencia. La movida en Palermo y en los lugares más chetos está especialmente diseñada y pasteurizada como para que puedas acomodar tu momento de rock a tu salida, a la cena, a que mañana tenés que ir a comer a lo de tu suegra, sacar a pasear el perro, sacar la basura, salir a correr, lavar el auto, la bici, los platos. Que el recital empezara a la una y media de la mañana me rompió un … [Read more...]