
Un día quise ser punk. Me gustaba ver esa gente con los pelos coloreados y de punta, con sus botas roídas y pantalones arremangados, sus caminados torcidos y chaquetas con taches. Todos tan libres. Y tan malos. Un día quise ser punk pero al siguiente me dio miedo. Entonces fui discreto, que es la actitud menos punk que hay. Así, decidí averiguar cosas punk en un mundo donde el internet era un paradigma futurista. Y choqué. Choqué contra todo. Incluido yo mismo. Ahí estaba la primera enseñanza punk: chocar. Chocar contra todo y si no había nada inventarse algo. Primero lo primero: la música. Lo más difícil. Nadie compartía nada a menos que uno tuviera algo mejor. Yo solo tenía las ganas de … [Read more...]