Estuve el año pasado en La trastienda en la presentación no oficial de Vándalo y, un año después, Utopians hace oficial la presentación en el Teatro de Vorterix y Recanati se sorprende: “No puedo creer que hayan venido tantos”. Es que en 2014 a mí me había sorprendido que, siendo una banda como la que es Utopians, tuvieran una convocatoria escasa. Y esto por dos razones. La primera es obvia: el sello Pop Art de respaldo y ADIDAS se sponsor que les permite grabar su disco en condiciones óptimas en EEUU hacen suponer que la banda en cuestión es convocante. Pero la razón menos obvia es la más importante: tienen un disco valiosísimo que resuena con una marca original utopiana en los clásicos del pre punk y de oscuros sonidos de la Inglaterra de los 80s. Ya con Trastornados mostraron de qué estaban hechos y en Vándalo consolidan un sonido que redefine el “rock de minitas”. El Teatro de Vorterix estaba colmado hasta las columnas de un público más heterogéneo que aquel al que estaban acostumbrados los Utopians. Estaban los mismos adolescentes saltarines de siempre que descargan su energía en los primeros 10 metros desde la valla. Estaban los familiares. Pero también estaban los curiosos y nuevos fans que ya tienen un recorrido musical y que se encontraron con esta banda difícil de encasillar en la escena rockera argentina. Estaba hasta Patricia Pietrafesa para certificar ese borde punk que suena entrelíneas en Utopians.
Todo este posicionarse que implica tocar en un lugar más grande y más central cumpliendo 10 años como banda los obliga a reafirmarse y por eso arranco por el final del show: no sólo se paran musicalmente junto a SUMO contándonos un poco de dónde vienen sino que Bárbara se anima a entonar Ace of Spades con Mario machacando el bajo y con Gus desplegando un solo metalero para hacernos acordar que más allá de la florcita de los 3 pétalos hay músicos rockeros que se toman bien en serio lo que hacen. Yo pienso que es toda una declaración de principios porque siendo mina me enorgullece verla cantar un tema de Lemmy Kilmister con la potencia, la fuerza y la vitalidad con la que se maneja Recanati (remera de Jonny Depp en Cry Baby) arriba del escenario sin vender humo, sin tratar de ser sexy o deseable desde ese estereotipo de mujeres que está tan instalado en nuestra sociedad y que tanto daño nos hace. Y mucho más en el rock, un ambiente en que las minas no son más que fans/groupies y tienen que demostrar de más de qué están hechas y ganarse la confianza del público. Posiblemente exagero pero es un momento que cierra una etapa y, con viento a favor, inaugura otra.
Extrañamente a muchas de las veces en que asistí a algún concierto en el Teatro de Colegiales esta vez el sonido no se lució para nada. Más allá de algunos desperfectos que impidieron que escucháramos a Gus en el primer tema Como perder (Trastornados – 2012), en general sonó latoso. Pero no impidió que los Utopians se divirtieran y que el público se ‘trastornara’ bailando y agitando hasta la última canción. Hasta el tema triste que trató de ponerse a tono un poco con la muerte de BBKing o la vergüenza de superclásico de la noche anterior no logró apaciguar la euforia. Sonaron entre otros Trastornados, Con nada, Esas cosas, A veces y cerraron con Atrás y Gris. Mucho contacto entre la banda y el público, la cantante se deja alzar por los fans y vuelve y saluda y ya reconoce las caras.
Tengo que admitir que la banda me gusta, el disco me encanta, y en vivo me convencen y sin embargo, abren una brecha y ponen una distancia saludable que me asegura que, en el fondo, no les importa si a mí me cierra. Y por eso me cierra. Porque hacen lo que quieren. Y lo hacen con mucho esfuerzo y seriedad siendo cada vez mejores. Y eso se nota.
brandyconcaramelos.wordpress.com 
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