“Escuadrón de sobrevivientes de películas de acción que hace blanco sobre la épica y el vértigo fraterno del barrio y del fútbol para gatillar canciones de melodías detonadas y estribillos con energía de tormenta eléctrica”, así se definen y se presentan los Bestia Bebé ante el gran público en momentos de sacar a la calle su primer disco de larga duración luego de su demo de 2012 llamado Bonitas Páginas.
Tal como El Mató a un Policía Motorizado, sus padrinos indie del sello Laptra, se aferran a las pequeñas cosas de la vida para lograr una buena canción, y lo hacen muy bien.
Este cuarteto futbolero y fierrero del barrio de Boedo, que está integrado por Tom Quintans, en guitarra, voz y teclados, Chicho Guisolfi, en bajo, el Polaco Ocorso, en batería, y el Topo Topino, en guitarra, puede hablar del intrascendente paso de Gio Moreno por Racing en comparación con un monstruo como Rubén Paz, en El Uruguayo, de autos, en Wagen del pueblo, o del ídolo que tuvo el barrio en el boxeo, en Luchador de Boedo. También pueden ambientar fogones en la costa, con El gran Balboa, Sagitario A o Patrullas del terror.
Bestia Bebé sale a la cancha con este disco accesible a los oídos que fue grabado y producido por la banda en los estudios Moloko Vellocet (no en Dublín), entre julio de 2012 y mayo de 2013. Una, dos, tres escuchadas y ya no podrán sacarse sus melodías de la cabeza.
Alejandro Panfil
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