«Tan buenos chicos», el manual del mal padre escrito por un Premio Nobel

tanbuenoschicosNunca es tarde para cambiar el modo de encarar la vida, dicen, pero a veces sí lo es, y no queda otra que asumir las consecuencias. Hacerse cargo, perdonar, redimirse, olvidar, dejar ir…Todas las opciones son válidas. Cualquiera menos lamentarse.

Las relaciones/vínculos entre padres e hijos se construyen a diario y no son un objeto/solución que se pueda comprar en el supermercado a última hora, cuando el personal de seguridad hace una excepción para permitir el ingreso. Es un tómalo o déjalo sin medias tintas. Sí, a todo o nada, porque los grises no sirven, porque lastiman, abren grietas, generan broncas, rencores y facturas que jamás terminarán de pagarse. El trabajo o el deporte suelen dar segundas y terceras oportunidades de revancha, pero las relaciones humanas no tanto y no siempre. A veces ni siquiera existe la chance de volver atrás y revisar lo hecho, o peor, lo no hecho.

Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura en 2014, puso por escrito y con lujo de detalle cómo es eso de ser muy malos padres. Pero no es una apología del irresponsable e incomprensible desentendimiento total de la paternidad, es una reflexión posterior al daño ya cometido, ese daño que ya aparenta ser irreparable. El abandono, la desidia, el desinterés total y el egoísmo materno y paterno, ambos por igual, abundan en estas páginas agradables para el lector golondrina pero agridulces para aquellos que suelen involucrarse de lleno con aquello que está escrito y no lo consideran un mero pasatiempo de verano comparable con un crucigrama o un programa de preguntas y respuestas en horario central de la TV.

En Tan buenos chicos, el punto de partida y retorno es el Castillo, como se conoce al internado juvenil de Valvert, en las afueras de Paris, donde un grupo de adolescentes aprende a convivir con un cierto presentimiento de que sus vidas no mejorarán ni dentro ni fuera del recinto. “Hijos del azar y de ninguna parte”, los define perfectamente el autor a estos huérfanos de afecto que sienten que no tienen más remedio que hacerse hombres cuanto antes con tal de encontrar el norte ante la falta de interés de aquellos que los trajeron al mundo.

Esos hijos del azar y de ninguna parte componen este manual de los malos padres. Ellos, con sus vidas repletas de volantazos, parecen decir de una vez por todas y a pesar de todo “dejá, que yo me arreglo solo”. Por su parte Modiano, en estas páginas puestas en circulación en la Argentina por Anagrama, nos deja pensando en cómo hubiera sido todo si todo hubiera sido diferente.

Alejandro Panfil

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